jueves, 23 de julio de 2015

Viva la Imaginación

Hay veces que me sorprendo de la imaginación que podemos llegar a tener las personas... 
Vivimos en una era en la que nos dan todo (o casi todo) hecho y es verdad que eso provoca que nuestro cerebro trabaje menos. Nos acomodamos a no hacerlo trabajar porque siempre hay alguna máquina que piensa por nosotros.

Aun así, la imaginación es algo que siempre va con nosotros. Es imposible no imaginar situaciones, deseos, cosas que queremos que sucedan, vivir una vida diferente... Pienso que el poder imaginar es algo precioso y que sin ella nada sería igual.

Anoche tuve el placer de ver una de esas películas que te enamoran desde antes de haberla visto. Estaba segura que Inside Out (Del revés) iba a gustarme, lo que no sabía era que se iba a convertir en una de mis pelis favoritas.
Sabéis que suelo centrar todo lo que escribo aquí en literatura y letras, pero por supuesto, soy amante del cine también y una fan(ática) de Disney y adoro la nueva generación que ha ido creando Pixar.

Supongo que ya habréis oído hablar de esta maravillosa película. Sino es así y no la habéis visto os animo a que lo hagáis porque, después de verla, seréis un poquito más felices y entenderéis un poco más el mundo de las emociones que guardan nuestros sentimientos.
Podría pasarme todo el rato hablando sobre ella, porque tiene tanto que es increíble. Pero prefiero no desvelaros nada y que seáis vosotros mismos los que descubráis todo lo que esconde, para que os podáis enamorar de sus protagonistas poco a poco... 

Me encanta que haya cabezas pensantes de artistas tan grandes capaces de llegar a crear algo así. Yo misma me sorprendo de mi imaginación y de como surgen las historias y los versos de mis dedos.

Además, me doy cuenta de que cuanto más escribo más quiero y necesito escribir. Es como si los sentidos estuvieran más despiertos que nunca y que de todo, de cualquier cosa, pudiera surgir algo sobro lo que escribir. Es una sensación maravillosa que estoy aprovechando al máximo llenando todas las libretas que caen en mis manos. 

Como ya sabéis, mis queridos Nómadas, estoy participando desde hace unas semanas en el maravilloso concurso The Edgar Allan Poets, que muy a mi pesar está llegando a su fin...
Nunca podré dejar de agradecer a mi querido Fernando de la Calle que su imaginación haya creado algo así. Y por supuesto, nunca podré de dejar de agradecer todo vuestro apoyo a vosotros. Por estar ahí semana tras semana al pie del cañón dándome vuestros votos.
La final está a la vuelta de la esquina y apenas puedo creerlo... Los porcentajes están al rojo vivo y esta semana podéis seguir votando aquí hasta el lunes!! 
Aunque no fui la ganadora del reto de la semana pasada, la poesía con la que concursaba sí resultó ser ganadora y estoy infinitamente feliz por ello!!
Esta semana participo con la poesía Malditamente Dulce, en la que están los versos robados a la preciosa Marta Aguadero

Hoy quería compartir con vosotros la poesía que escribí yo para que mis versos fueran robados. Espero que os guste y que disfrutéis de ella tanto como yo lo hice escribiéndola dejando volar mi imaginación, porque me encanta que todo lo que escribo, ya sea verso o prosa, cuente algo que llegue a ese lugar de vuestro cuerpo donde os haga sentir una punzada.

Espero que vuestro fin de semana esté lleno de momentos preciosos... No os olvidéis de sonreír y besar mucho y con ganas... Let´s imagine!!



A LA TERCERA

Quisiera acordarme de la ultima vez que estuvimos juntos.
Del momento anterior en que tus ojos
se cruzaron con los míos
y nos perdimos el amanecer entre las sábanas. 

Quisiera acordarme de las veces que hemos perdido el tiempo
mirando hacia otro lado,
pensando que en algún momento todo podía pasar
y que teníamos el control de lo nuestro.

Quisiera acordarme de todas las señales que nos hemos hecho
consiguiendo que la magia flotase entre nosotros sin ni siquiera decir nada
y haciendo que las tonterías sin sentido merecieran la pena.

Quisiera NO acordarme de nada.
No pensar en las miradas,
ni en el tiempo,
ni en las señales...

Porque así,
aun sabiendo que en cualquier momento 
puedes doblar la esquina
y hacer que todo lo olvidado
vuelva a arañarme por dentro,
sería mucho más fácil
pasear por la ciudad.

Si no me acordara...
Si no te pensara...
No se me habría salido el corazón por la boca
aquella vez que te vi con tus amigos
detrás del cristal de ese bar por el que paso miles de veces.

Si no me acordara...
Si no te pensara...
No me habrían temblado las piernas
cuando te vi de espaldas aquel domingo
paseando por la plaza de Cascorro entre la multitud,
sin sentir que casi chocamos desmontando el mundo.

Y me río de las distancias y de la vida.
Y de cómo el espacio puede ser tan pequeño
que quiera juntarnos sin que te hayas dado cuenta...

Pero yo lo he esquivado.
Y no una, sino dos veces,
haciendo que mis latidos
te rozasen sin saberlo.
Y odio las reglas,
porque siempre existe una excepción en ellas
y para lo único que sirven
es para saltárselas. 

Y espero que Murphy y su ley estén jugando conmigo
y me den fuerza en este pulso
para que el brazo se tuerza en mi lado.
Porque sé que habrá próxima y
ojalá, esta vez, pueda vencer a la tercera.

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