viernes, 27 de marzo de 2015

Nominación a los premios Black Wolf Blogger Award

Hay veces que me pongo a pensar en qué habría pasado si no me hubiera decido a sacar todo lo que llevaba dentro y compartirlo aquí con vosotros.

Si siguiera como hace unos años, que escribía para mí y un círculo de personas que podía contar con los dedos de una mano.
Pero bueno, supongo que cada paso que se da en el camino de la vida tiene un fin. Y, sin duda, todos los pasos que yo he dado han sido por algo, porque me han traído hasta aquí y así he podido llegar a vosotros.

Actualmente conocer gente a través de las redes sociales es algo a la orden del día. Ahora es mucho más fácil estar conectados con todo el mundo y dar con personas a las cuales les gusta lo mismo que a ti y sienten todo con la misma pasión es mucho más fácil.

En mi caso, gracias a Nómadas en la noche o a redes sociales como Instagram o Twitter me han ayudado mucho a contactar con personas maravillosas con las que a día de hoy comparto risas, letras, cafés, proyectos y ganas de vivir y disfrutar al máximo lo que hacemos.

Tengo suerte de haber conocido personalmente a muchas de estas personas. Con otras, en cambio, aunque aún no haya podido verlas, hemos creado un vínculo muy especial y sabemos que estamos ahí al otro lado apoyándonos.

Algunas de esas personas son la preciosa Rita Turza, podéis leerla en su blog Cosas que siento y el genial Álex Madueño, podéis leerlo en su blog Des-razonamientos. A ellos llegué a través del blog Art Suite,  donde nos encontramos perdidos entre versos queriendo compartir lo que nos apasiona. Durante esta semana ambos me han nominado al premio Black Wolf Blogger Award. Y desde aquí no puedo más que mandarles un abrazo infinito y un eterno gracias. Espero que pronto nos podamos desvirtualizar y compartir versos charlando en algún café.

Por mi parte, quiero nominar a los siguientes personas y sus respectivos blogs por plasmar su pasión y sus ganas cada semana y que podamos ser partícipes de ello. Os recomiendo que disfrutéis todos y cada uno de ellos porque todos tienen algo de especial y son fantásticos. 

Alba Artero Agudo y su blog BitaArte
Irene Soler y su blog Ojos de ciencia ficción
Fernando de la Calle y su blog Mi octavo pecado capital
Estban Belmonte y su blog Esteban Belmonte 
Fernando Probanza y su blog En algún lugar de Brooklyn
Pau Albert y su blog Susurrando Bajo la piel
Cristina Heredero y su blog Cristina Heredero 
Eloy Cánovas y su blog Eloy Cánovas 
Ignacio Castillo y su blog El blog de mis palabras 
Lorena Córcoles y su blog Lo que te quería contar 
Rita Turza y su blog Cosas que siento
Álex Madueño y su blog Des-razonamientos 
Carlos Guerrero y su blog Diario de abordo
Carmen Juan y su blog Sur la corde Raide
Viktor Gómez y su blog Viktor Gómez "Valentinos"


Normas para la aceptación del premio:

1º Agradecer públicamente a quién te nominó.
2º Contestar a cinco preguntas o publicar lo que sientes por la nominación de este premio.
3º Nominar a 15 Blogs.
4º Notificar públicamente a los nominados.


Gracias a todos por estar ahí y compartir conmigo uno de los momentos más bonitos de mi vida... Lo que estoy viviendo es algo tan increíble que hay veces que no me lo creo. GRACIAS.

Por otro lado, y para cerrar un mes que ha sido espectacular, hoy volveremos a estar en la sala Madrid DadA (calle del Pez, 36) haciendo magia. Gracias a todos los que habéis querido estar con nosotros estas semanas atrás y espero que hoy vengáis allí para ponerle un broche de oro a estos viernes tan asombrosos que hemos compartido!! 

Esto no ha hecho más que empezar...!! :))

Sin más, hoy me despido aquí, feliz feliz feliz con todo esto que me tiene en una nube... 
Que disfrutéis el viernes y que paséis buen fin de semana, además parece que el tiempo acompañara ;)) 

Besos y abrazos amigos... Let´s dream!! 



domingo, 15 de marzo de 2015

Luces de colores...

Hay veces que vivo situaciones completamente inesperadas... En las que me miro desde fuera y cuando veo lo que estoy haciendo me resulta totalmente increíble. 
Desde que llegué a Madrid no han hecho más que pasarme cosas buenas. Supongo que, después de una etapa de esfuerzo y superación, estoy viviendo otra en la que cumplir sueños y vivir cosas bonitas son el pan de cada día. 

Es maravilloso y muy satisfactorio cuando deseos que ni siquiera te habías planteado que podían pasar empiezan a hacerse realidad. 
Por supuesto, nunca pierdo la ilusión y las ganas por todo en lo que creo para poder crearlo y hacer que cada momento sea mejor que cualquier sueño. 

Poco a poco se van abriendo puertas a mi paso llenas de oportunidades. Este camino también se está llenando de gente maravillosa que siente y vive las letras como yo lo hago, y eso es algo realmente especial. 

El viernes tuve la suerte de organizar un recital en la sala Madrid DadA. Y he de decir que fue asombroso... De hecho, aun estoy alucinando y muy agradecida!!

Era la primera vez que se recitaba poesía en este local, situado en la conocida Calle del Pez 36 del barrio madrileño Malasaña, ya que aparte de micro teatro y algún monólogo no se había hecho nada del ámbito literario.

Cuando iba en el metro de camino al recital una mezcla de emoción, nervios, nuevas ilusiones y unas ganas tremendas de llegar y ver qué aceptación tendría se removían dentro de mí. Tuve la gran suerte de estar acompañada por cuatro compañeros de escritura geniales, sin los cuales no habría sido posible la magnífica velada...

Sois grandes y derrocháis un arte especial todos y cada uno de vosotros. 
Gracias también a Isidro, el dueño de Madrid DadA. Por cuidarnos tanto, darnos la oportunidad de hacer magia en su casa y querer que volvamos muy pronto de nuevo. 
Y por supuesto, gracias a todos y cada uno de los que estuvisteis allí arropándonos y haciendo crecer nuestras alas y nuestras ilusiones un poquito más.
Esas personas que nos escucharon atentamente desde principio a fin. Esas personas que llenaron la sala por completo. Esas personas que repitieron de anteriores recitales y quisieron volver a reunirse con nosotros. Esas personas que aplaudieron cada una de nuestras letras y las sintieron como nosotros las sentimos.

Es impresionante como el arte puede unir tanto a la gente. Aunque no tengamos nada que ver unos con otros, durante ese tiempo sentimos todos de forma parecida... Y eso precisamente es la magia de la que os hablo. Para todo al que le apetezca, para todo el que se quedase con ganas de más, para todo al que le gusten las letras, o simplemente para todo el que quiera pasar un rato diferente, divertido y sienta curiosidad por estos recitales y por descubrir todo lo que esconde la fabulosa Madrid DadA, podréis venir a vernos el próximo viernes día 20 de marzo...
Ya que tuvimos tan buena aceptación que volveremos a tener la oportunidad de hacer magia de nuevo, habrá nuevas caras deseando compartir con vosotros lo que llevamos dentro y os confieso que nos morimos de ganas!! :))

El viernes leí una poesía que he escrito recientemente y que no está publicada todavía... Así que he pensado que no habría mejor ocasión que compartirla hoy aquí con vosotros :)
Madrid esconde una fuente de inspiración en cada rincón. Este escrito surgió de uno de esos rincones especiales que adoro. Espero que os guste y la disfrutéis tanto como la disfrutamos este fin de semana. 

Empieza una semana que ya sé que será especial porque toca visita familiar y eso siempre es muy pero que muy bien. Además con el día de los Pepes, las Pepas y los papis de por medio. Que un día festivo nunca está de más ;)
Así que espero, mis queridos Nómadas, que tengáis un fenomenal inicio de semana y que termine aun mejor. Ojalá veros a muchos de vosotros el viernes día 20 en Madrid DadA

No os olvidéis coser vuestros sueños despiertos para que no se escapen mientras dormís...
Let´s dream!!


LUCES DE COLORES 

Los lunes siempre me han parecido un deporte de riesgo,
aunque no estén reconocidos como ello.
Salir de la cama sin tropiezos...
Calentar la leche sin quemarte...
Vestirse con la ropa del derecho...
Bajar las escaleras del metro
sin acabar rodando por los suelos...
¿Lo ves? ¡Deporte de alto riesgo!

Y qué te voy a decir
de cuando llego a la oficina
y una montaña de papeles
no me deja ver nada a mi alrededor...

Es entonces cuando empieza el riesgo de verdad
y me lanzo sin cuerda
por el precipicio de tus recuerdos...

Y te veo, casi como si fuese ayer.
Esperándome en la plaza del Carmen.
Esa que nadie conoce
justo detrás de Gran Vía,
llena de luces de colores...
Cómo nos gustaba encontrarnos allí.

Vienes a por mí con tu moto negra,
tu chupa de cuero y el casco puesto
que solo deja al aire tus ojos brillantes.
Un gran escalón nos separa.
Sabemos que tú no podrás bajarlo
y que yo no podré subirlo.
Pero nos da igual.

Me monto detrás de ti
y me agarro fuerte a tu cintura.
Los besos vendrán después,
sin prisa,
para calentarnos la cara.
Te veo mirándome por el retrovisor,
te aprieto fuerte y se me ríen los huesos.

Parece que vayamos volando
y que con tu trasto de dos ruedas
puedas llevarme a otros mundos.
Nos perdemos por las venas asfaltadas
sintiendo bombear la sangre fuerte
en nuestros corazones.

No veo a nadie a nuestro alrededor,
como si hubieran cerrado la Castellana
para nosotros dos. 
Dices que me quieres llevar a las nubes.
Es gracioso cuando dices eso...
Porque contigo estoy en una nube todo el día.

Pintamos frases de amor a nuestro paso...
Y ahora resulta que esas frases 
andan sueltas por toda la ciudad.
Que irónica la vida y sus putas "casualidades"

Me hacías convertir letras en verso.
Rima asonante en consonante.
Simples líneas y palitos en melodías
que me llevaban a otra parte.

Y... ¿a dónde vamos a llegar?
- A dónde tú quieras...- me decías.

Tus palabras se pierden
por el camino del recuerdo
mientras caigo más y más...
Y ya no sé a dónde sujetarme.

Vuelvo a la realidad y...
¿a dónde voy a llegar?
Sigo preguntándome 
pero en forma singular.

Pues no lo sé...

Solo espero no dejar de ver 
brillando en tus ojos...
Esas luces de colores.

jueves, 5 de marzo de 2015

Tiempo atrás

Hay veces que me paso rato observando a las personas, lugares, cosas... Cuando voy a comprar, de camino al trabajo o cuando estoy paseando muchas veces veo situaciones bonitas. Soy partícipe, en un segundo plano, de besos, abrazos, conversaciones, risas, emociones...

Otras veces, en cambio, vivo en silencio imágenes que ojalá no existieran. Muchos indigentes, pobreza, drogodependientes... Día tras día pasan tras mis pupilas personas pidiendo dinero para poder alimentar a sus familias, para volver a tener un hogar, para salir adelante y conseguir una segunda oportunidad en estos momentos en los que está costando tanto sacar a flote. 

Vivimos en un país que, por desgracia, está muy desaprovechado. Tenemos una materia prima que muchos países desearían tener y a la cual no le sacamos partido.  Y lo digo cien por cien segura, porque he vivido en el extranjero y nuestro país tiene mucho que ofrecer durante todo el año y no solo durante los meses estivales. 

Por motivos de corrupción, malas gestiones, altos cargos que miran hacia otro lado, mentiras y egoísmo, entre otras muchas más cosas, España entró en un hoyo del cual está siendo muy difícil salir. 

Hace poco, mis queridos Nómadas, yendo en el metro de camino al trabajo vi a un hombre que, por encima de otras personas, llamó mi atención. Su mirada perdida, desesperanzada, desilusionada... quedó grabada en mi cabeza.  No pude evitar pensar qué habría llevado a ese hombre a aquella situación.

Como ya sabéis, cualquier cosa me sirve de inspiración. Llevaba un tiempo queriendo escribir un relato y, de pronto, se me ocurrió que podía hacer uno con este hombre como protagonista. 

Lo más probable es que nunca más vuelva a verlo ni a cruzarme con él. Pero su mirada reflejaba muchos sentimientos que yo quise imaginar y dejar plasmados en papel...
Así que el relato de hoy va dedicado a él y a todas esas personas que hubo un día en el que tenían todo lo necesario para ser felices y por las circunstancias se han visto en un punto que nunca podrían haber llegado a imaginar. 

A todos vosotros, que seguís ahí cada día, espero que os guste.
Se acercan cosas muy bonitas que estoy deseando compartir con vosotros... Mientras tanto sigo aquí, no penséis que me olvido de vosotros! Porque nada de esto sucedería si no estuvierais ahí! Mando besos y abrazos a todos vosotros que desde tantos sitios me seguís leyendo :))

Ya es jueves y el fin de semana está a la vuelta de la esquina. Así que disfrutar del resto de semana y buscar siempre un motivo para sonreír... Let´s try to be happy!! ;))


TIEMPO ATRÁS

Tenía las manos desgastadas y secas. El cansancio que guardaba dentro de él se le reflejaba por fuera. Casi no podía ni con el peso de su propia cabeza. 
Para lo único que todavía le quedaba algo de fuerza era para poder sujetar su viejo contrabajo. La madera tenía grietas y las cuerdas, que se sostenían desafinadas como él, casi habían perdido la esperanza de volver a ser tocadas. Les costaba recordar que un día fueron una dulce melodía y que ahora su silencio, cada vez mayor, se ahogaba en el fondo de la nada.

Se subió al vagón, que llegó con prisa. Un paso, otro, otro más... Un escalón. Ningún asiento libre. Tendría que aguantar de pie hasta que alguien se levantara.
El pelo desordenado y poblado de canas, llevaba varios días sin lavar. Su abrigo de paño verde oliva lucía tan apagado como él. Y aunque ya no hacia tanto frío por las calles, iba bien abrigado. Hay veces que uno lleva el frío dentro y, por mucho que se abrigue, sigue haciéndole tiritar. 

Daba cabezazos al compás del tren. Una mujer a su lado lo miraba con cara de miedo.
En una de las paradas subió una joven de mirada alegre que, casualmente, llevaba a la espalda un instrumento similar al suyo, pero con muchas menos partituras tocadas en sus cuerdas.

Se le entornaron los ojos y un recuerdo borroso paseó por su cabeza durante unos instantes...
Era él. Pero un él que ya no era. Por aquel entonces le sobraban fuerzas y ganas para todo.
Daba clases de música en sus ratos libres, tocaba con una pequeña banda de música y siempre que podía se escapaba a la ciudad para disfrutar de conciertos y fantásticas charlas con otros artistas... 

Un fuerte bandazo lo devolvió de golpe al vagón. Miró despacio y desorientado a su alrededor. Iba sin rumbo... Como siempre. Se subió al tren pensando en visitar a un viejo conocido, pero con el transcurso del viaje se le quitó la idea de la cabeza. Le daba vergüenza que cualquier persona que en su pasado había visto su verdadero yo lo viera así ahora.

Hubo un momento en el que tuvo mucho... Y desde hacía ya un tiempo, más largo que corto, no tenía prácticamente nada. Llevaba muchos días tocando un pentagrama vacío. Todas sus notas se le habían ido cayendo poco a poco con el paso de los años.
Las ilusiones se le fueron apagando, pasó una mala racha y, por circunstancias de la vida, no levantó cabeza.

Pasaba horas y horas en el metro, de una linea a otra. Se montaba en un un tren, llegaba al final del recorrido y volvía a empezar. Se sentía como en una noria, dando vueltas y vueltas que no tenían fin ni le llevaban a ninguna parte.
Veía a otros músicos de un anden a otro y todos le decían que se animase a tocar de nuevo.

Había veces que sacaba su contrabajo y lo acariciaba, lo miraba, deseaba volver a darle vida... Pero sentía que sería injusto romper ese hilo conector que tenían, esa complicidad que les había caracterizado durante muchos años y que tantas personas habían aplaudido.

Ahora solo le quedaba conformarse con hacerlo sonar una y otra vez en su memoria , como tiempo atrás solía hacerlo... Como un eco en el recuerdo.