jueves, 8 de enero de 2015

No puedo más

Hay veces que el mundo puede ser un lugar maravilloso...
Pero otras veces, por desgracia, es un lugar horrible.

Ayer después de ver lo que pasó en París se me quedó el corazón helado. Entonces comenzaron a pasar preguntas por mi cabeza una y otra vez...
¿¿Cómo puede ser que en pleno siglo XXI pasen estas cosas?? ¿¿En eso estamos derivando las personas?? ¿¿En eso nos estamos convirtiendo?? ¿¿Así va a seguir todo esto??

Me niego a vivir con miedo a salir a la calle por si algún desamparado me asesina o asesina a los míos. Mi novio es periodista. Tengo amigos y familiares que también lo son. Al igual que tengo amigos y familiares que son policías.
Y ahora qué... ¿¿Hay que resignarse a pasar los días con el alma en vilo por si pasa algo?? 

Hoy, mis queridos Nómadas, no quería compartir esto con vosotros...
Hoy tenía preparado un post mágico y especial con el sabor de los último días de Navidad. Con la ilusión de los Reyes Magos todavía brillando en los ojos... 
Muy a mi pesar, he tenido que cambiar el contenido, ya que he creído que lo justo era escribir sobre esta atrocidad ocurrida ayer.

Me gusta pensar que aun queda esperanza y que entre todos podemos arreglar el mal que nosotros mismos hacemos. Pero le doy vueltas a la situación actual y me cuesta mucho hacer relucir la esperanza... Y me da mucha pena imaginar el mundo en el que se van a criar, en el mundo que ya se están criando, las nuevas generaciones.
Me gusta ser tolerante, me gusta ponerme en el lugar de las otras personas, me gusta pensar dos veces antes de responder a una pregunta... Pero hoy no puedo más.

No puedo más con la gente que roba.
No puedo más con la gente que miente.
No puedo más con las injusticias.
No puedo más con la forma de tratarnos.
No puedo más con la gente que puede hacer algo y no lo hace.
No puedo más con la gente que se toma la justicia por su cuenta.
No puedo más con la gente que MATA POR QUE SÍ. 

Una vida vale MUCHO,  una vida es TODO, y no es JUSTO

Ayer, después de ver en las noticias todo lo sucedido me fui a trabajar con el alma rota. Veía una y otra vez a ese policía pidiendo clemencia en el suelo y como el terrorista lo mataba sin piedad...
Cuando volvía a casa después del trabajo, casualmente me encontré con un ratoncito muerto en la calle. Y me fue imposible no hacer una comparación. Porque nos hemos convertido es eso: en animales incivilizados. A los que les da igual matar a un ratón que a una persona.
Estamos conviviendo en un mundo en el que matar y asesinar a otras personas se ha convertido en el pan de cada día. En el que matar y asesinar es fácil. En el que quién mata o asesina lo paga menos que el que roba... 

Escribo esto y escucho helicópteros sobrevolar la ciudad. No puedo evitar que los ojos se me llenen de lágrimas... Se me inundan de pena y tristeza. Pido en silencio que no pase nada, que este tipo de gentuza desaparezca del mapa. Bastante tenemos con las desgracias que vienen solas como para encima tener que soportar estas también.

Hoy no traigo versos, ni cuentos, ni relatos... Hoy traigo una realidad que duele. Una historia tan real y triste que mata.

La libertad de expresión, en todas y cada una de sus formas, es algo nuestro, de todos y cada uno de nosotros. Y por mucho que quieran, es algo que NUNCA podrán quitarnos. Hoy todos somos CHARLIE HEBDO.  

LIBERTÉ, ÉGALITÉ, FRATERNITÉ
LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD


Espero venir con historias más bonitas el próximo día... Espero que vuestra semana termine lo mejor posible... Gracias por estar ahí Nómadas... Let´s be free.

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