jueves, 30 de abril de 2015

Historias de la vida

Hay veces que la vida nos da lecciones.
Lecciones que nunca llegamos a entender y que nos dejan heridas irreparables en lo mas profundo de nuestro corazón. Heridas que nos marcan un antes y un después.

Dicen que de todo se aprende... No sé si será cierto o no. Hay cosas que por muchas vueltas que le dé sigo sin entender. Catástrofes como la que se está viviendo en Nepal... En la que están muriendo miles y miles de personas sin que podamos hacer nada por evitarlo.
Hace poco fue el día de la tierra y escribí un microrelato sobre todo esto que está pasando... Y da mucha pena. Solo tenemos un mundo para vivir y nosotros mismos somos los que nos lo estamos cargando.

Hay veces en las que sabes que un día puede ser uno de los más felices de tu vida, y sin más puede convertirse en uno de los más tristes...
Hace justo una semana, el jueves pasado (día del libro) prometía ser un día inolvidable. Escribí uno de los post con más ilusión y emoción de todos los que he escrito nunca, ya que por fin anunciaba que dentro de poco verá la luz mi primer libro...
Nunca me habría podido imaginar que este no era el motivo por el cual el día se iba a convertir en inolvidable...

El jueves pasado me robaron una parte de mí, uno de los pilares de mi vida, una de las personas que no tendría que haberse ido todavía... Tuve que coger el tren mas triste en el que jamás me había montado nunca e irme a casa.

Definitivamente, hay cosas que no tendrían que pasar. Esta semana he escrito mucho, todo cosas tristes, la verdad. Es increíble como en un momento tan bonito y especial de mi vida ha podido pasar algo así... Disfrutad cada paso que dais, queridos nómadas, porque nunca se sabe cuando puede ser el ultimo...

Hoy os quería dejar con algo de lo que he escrito durante la semana... Siento que sea tan triste.  Dentro de mí se mezclan muchas cosas ahora mismo. Estos días han sido muy duros y espero poder descansar durante este fin de semana largo y pasar ratos bonitos con "mi familia" de aquí... En solo quince días estaré en casa, en un viaje más alegre, para la presentación del libro. Y todo irá dedicado a él, que tantas ganas tenía de vivir todo esto...

Espero que paséis un buen puente mis queridos amigos... Disfrutad y vivid la vida sin prisa, que no son buenas y no llevan a ninguna parte... Seguid soñando fuerte... Besos y abrazos.


HISTORIAS DE LA VIDA

Llevo llorando cada mañana
desde que te fuiste...
Y lo peor de todo,
es saber que ya no volverás.

Ahora para salir de casa,
me limpio la cara
y me maquillo el alma.
Para que no se me vean
las heridas de dentro,
que son las que duelen,
las que dejan llaga
y causan daños irreparables.

Hay cicatrices que nunca
llegan a cerrarse
por muchas puntadas que les des.
Que se llevan arrastrando
allí donde vayas,
juntándose con los hilos de otras.
Encerrando mil historias
en diferentes ovillos.

Nos hemos "acostumbrado"
a vivir en un mundo
en el que pasa de todo
y no estamos preparados para nada.

Al fin y al cabo,
todos decimos los mismo
pero de diferente manera.
Y así hemos nacido
los poetas tristes,
reinventando esta poesía
en prosa poética.
Que grita desolada
por el debastamiento de una crisis
que nos ha marcado de por vida.
Por el ansia de pasar las páginas
del calendario con prisa.
Corriendo de un lado o otro 
sin saborear cada paso que damos.

Y ahora ando montada
en un tío vivo del que
no me puedo bajar,
y no deja de darle vueltas a lo mismo,
haciéndome recordar.

Y quizá,
ya nunca se me pase este vacío
que se ha quedado anclado
a mis recuerdos...
Supongo que son las consecuencias
de hacerse mayor
y sufrir el día a día
de las historias de la vida...



P.D. A mi yayo Pepín, esté donde esté... Por todo lo vivido y porque siempre que pienso en ti se dibuja una sonrisa en mi cara... TE QUIERO

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