martes, 30 de septiembre de 2014

Tempus Fugit

Hay veces que un mes parece un año, se hace eterno y parece no tener fin. En cambio, otras veces, pasa tan rápido que podría decir que no ha durado más de una semana. 


Con septiembre me ha pasado eso... Cuando me he dado cuenta, he visto que estábamos a día 30. Un mes veloz, de cambios, mudanzas, nuevas costumbres, ilusiones por todas partes y emociones a flor de piel. Un mes bonito, de nervios, completo... En el que han pasado muchas cosas buenas. Mi primer mes en Madrid.


Cuando pienso en lo rápido que pasa el tiempo me acuerdo de muchas cosas. Me acuerdo de cuando era pequeña y los mayores repetían todo el rato que el tiempo volaba y yo no entendía por qué les preocupaba tanto. Me acuerdo también cuando estudié latín en el instituto y nos explicaban el Tempus Fugit (el tiempo huye, el tiempo se escapa, el tiempo vuela) Y pienso en cómo poco a poco voy (y he sido) consciente de lo acertados que estaban, y cómo el transcurso del tiempo cada vez es más y más veloz... 


Por supuesto, mis queridos Nómadas, echo de menos Londres todos los días... Porque es una ciudad maravillosa a la que nunca podré devolverle todo lo que me ha dado. Parece que haga mucho que me fui de allí y en cambio solo han pasado un par de meses.
Pero ahora mismo, estoy donde quería estar, haciendo lo que quería hacer, disfrutando de una ciudad a la que llevo amando desde que la conocí, hace ya muchos años... Y soy feliz, muy feliz. 

Un horizonte cargado de nuevos proyectos y sueños por cumplir. Un mes de octubre que tengo muchas ganas de vivir... 
Octubre. Uno de mis meses favoritos... Si tuviera que elegir tres meses de los doce que hay, sin lugar a dudas serían febrero, junio y octubre. 
Febrero y junio ya os había contado por qué son especiales para mí. Y ahora es el turno del último de mis favoritos. 

Octubre. Uno de los meses que me encanta vivir y en el que siempre me han pasado cosas buenas. En el cual todo se viste de colores preciosos y donde todo vuelve a florecer. 
El año pasado fue uno de los más bonitos de mi vida... Y este apunta maneras desde antes de empezarlo. ¡¡Así que no puedo pedir más!!

Hace unos días, mi padre me mandó una preciosa foto del mar porque, por supuesto, sabe que me encanta y que lo echo de menos cada día... De esa imagen surgió esto que os dejo hoy aquí. Espero que os guste y lo disfrutéis despacio, saboreando cada letra, como siempre...

En unas horas octubre estará con nosotros y, seguro, será un mes muy especial para vosotros también.
Espero que paséis una bonita noche y que vaya muy bien el resto de semana... No os olvidéis de soñar, ni dormidos ni despiertos, porque ya sabéis amigos, el tiempo vuela... 



Y pasa el tiempo, se acaba septiembre.
Que llegó rápido y tenía sabor a verano,
ahora parece que haga años que terminó.
Pero nos seguía de cerca y, todavía,
aguardaba rezagado a la vuelta de la esquina...

Y aunque parezca que estés lejos,
sabes que todo está ahí, donde lo dejaste.
Con el mismo aroma, la misma textura,
los mismos recuerdos imborrables,
pero sumando más, muchos más...

Y todo puede parecer diferente, distante, incluso imaginario... 
Algo leído, una historia que te han contado de pequeño.
Pero no, en el fondo, sabes que es real.
Casi puedes tocarlo con la punta de los dedos,
pero al final se te escapa. 

Y aunque no lo parezca, está más cerca de lo que creías,
porque va dentro de ti.
Te acompaña siempre, porque formas parte de él.
Y gritas un silencio al vacío, lo dejas ir.

Porque ya no sabes cuando volverás...
Pero sabes que está ahí.
Y que no se irá. Por muy lejos que esté.
Siempre, te pertenecerá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario