viernes, 20 de junio de 2014

No me acuerdo


Hay veces que cuando escribo relatos, sin ni siquiera pensarlo, me salen historias de relaciones con final feliz, pero también intento que traten temas reales en nuestro día a día. 

Me gusta escribir sobre el amor, porque soy una romántica, pasional y muy emocional.
Pienso que el amor, en todos sus colores, es el motor del mundo. Y que si no existiera el amor, esta sociedad estaría perdida... 

La vida, mis queridos Nómadas, siempre nos va dando una de cal y otra de arena. Quizá, sino fuera así, no sabríamos apreciar los buenos momentos y no disfrutaríamos cada segundo como si fuese el último.

Por supuesto, hay muchas injusticias y pasan cosas horribles cada día. Hace poco leí un artículo sobre una enfermedad horrible: el Alzheimer. 
Me puse a pensar por un momento como tiene que ser sufrir esta enfermedad, y tuve que quitar el pensamiento de mi cabeza... Tiene que ser horrible no recordar, que te quiten una de las cosas más bonitas que existe, que son los recuerdos. Dejar de ser tú mismo, no reconocer a nadie, acabar enloqueciendo. 
Pensé en el sufrimiento que deben pasar los familiares de las personas que lo padecen y la impotencia que deben de sentir. Cuánto dolor y sufrimiento llevarán sobre sus hombros.

Unos días después de leer este artículo e investigar por mi cuenta más cosas sobre esta horrible enfermedad, me puse a escribir este relato, imaginando una historia, dura pero bonita a la vez.
Tratando el tema de la enfermedad mezclado con relaciones, amor y sentimientos. Con las ganas de vivir y, sobre todo, de querer recordar. 

Este relato, se lo dedico a tod@s ell@s. Mucha fuerza y ánimo, no dejéis de luchar, porque la esperanza es lo último que se pierde.

Y hoy, mis queridos amig@s, quería compartirlo con vosotros. Espero que os guste y, dentro del tema que trata, lo disfrutéis. 

Miles de gracias por estar leyendo al otro lado... No paro de recibir buenas noticias y comentarios bonitos y no puedo estar más feliz!

¡Feliz viernes y que paséis un estupendo fin de semana! 
Nunca dejéis de soñar, ni dormidos ni despiertos... Let´s dream!!


NO ME ACUERDO

Ya no se veían las huellas en la nieve sobre las calles... Pero mi memoria había quedado anclada a un enorme bloque de hielo.
Me sentía desorientado como nunca. Sin rumbo. No quería perderla después de lo mucho que me había costado conseguirla. 

Nuestro amor había sido difícil desde el principio y sabía que yo tenía la culpa, pero mi situación no era fácil. Nunca imaginé que ella me esperaría, que sería paciente hasta ese punto. Yo lo habría dado todo por ella desde el primer momento. Pero los niños y todo lo demás no era tan fácil de dejar atrás.

El tiempo pasaba para todos, pero ella parecía tener un pacto con el diablo. Tan sensual, tan guapa, tan sugerente… Siempre discreta, sexy y elegante a la vez.

Yo me hacía viejo y me sentía cada vez más alejado de ella, aunque nunca fue así. Ella no podía estar esperando a la vuelta de la esquina y también hizo su vida, aunque no llegué a entenderlo hasta mucho tiempo después. 

Cuando la vi aquel día en el despacho empezaron a temblarme las rodillas. Ella, tan decidida. Ella, tan alocada. Ella, tan bonita. Ella, tan luchadora. Ella, tan paciente…

Nunca habíamos perdido el contacto ni habíamos dejado de vernos. A veces más… otras menos. Pero ese hilo conector parecía irrompible. 

Ese día llegó para quedarse. Para hacer lo que siempre habíamos querido hacer pero nunca habíamos podido. 

Y entonces, sucedió algo mágico. Resulta que se pueden vivir dos vidas en una: la primera, la que se supone que tienes que vivir. Y la segunda, la que realmente quieres vivir y crees que nunca será posible vivirla.
Empezamos a dejarnos llevar. Por el amor, por la felicidad, por el tiempo perdido y tantas cosas sin vivir esperando ser vividas. Y así, hicimos de la realidad un sueño tras otro.

Pero algo tuvo que fallar, la vida aún nos tenía preparada otra batalla… A nosotros, tan ilusionados. A nosotros, tan enamorados. A nosotros, tan unidos.

Llegó algo que podía con todo. Y yo no quería. No quería hacerla pasar por eso. Después de tanto tiempo, tenía que luchar contra aquello que se apoderaba de mí haciéndome olvidar todo. Un ladrón de recuerdos me invadía. Haciendo que me olvidase de ella… y no quería. Y llorábamos juntos e intentábamos ser fuertes. Pero me iba robando momentos, besos, paseos, caricias… Se la llevaba a ella. 

Y de repente no me acordaba de nada, o me acordaba de todo y enloquecía. No la conocía. Pero siempre estaba allí, la mujer bonita que nunca se separaba de mi. A veces, soñaba con ella como si de una película se tratase. Y deseaba que estuviese ahí al despertar. Pero por la mañana ya no me acordaba de nada… Aunque la mujer siempre seguía ahí, como las rocas que soportan tantas y tantas tormentas.

Ni siquiera podía recordar si era invierno o verano, otoño o primavera.
Porque por mucho que buscase, no me encuentro.

Ahora, todo es hielo. Todo ha quedado congelado, por fuera… por dentro. Miro al cielo y, por mucho que quiero, por mucho que lo intento… No me acuerdo.

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