Hay veces que me pongo a escribir de cosas y lugares que no conozco y las letras fluyen solas, bien porque me imagino cómo pueden ser esos lugares o porque me documento para ello...
Ese oasis mediterráneo llamado Elche. Y no sé por qué, pero parece que me quedo sin palabras... Que todo lo que diga se va a quedar corto y que, por mucho que escriba, hay que venir a pasear por sus calles para respirar la esencia de esta bonita ciudad entre palmeras.
Cuando era pequeña no apreciaba su belleza, el color de sus calles, sus bosques de palmeras, la magia de sus playas... y a medida que fui creciendo me di cuenta de lo afortunada que soy por haber nacido aquí, en esta tierra -la mijor del mon-, por ser ilicitana.
Son dos actos muy importantes los que hacen que Elche brille en estos días. Uno de ellos tiene lugar hoy, día 13, con la espectacular Nit de l'albà (Noche de la alborada), en la que la noche se convierte en día. Esto es posible ya que durante 45 minutos no cesan los fuegos artificiales en el cielo de Elche, culminando a media noche con la Palmera imperial (palmera de la virgen)
Otro punto señalado de nuestras fiestas es el Misteri d'Elx (Misterio de Elche), representado en la Basílica de Santa María y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2001. Se representa en dos partes (la Vespra y la Festa) que tienen lugar el 14 y el 15 de agosto de cada año.
Y qué más podría decir de mi querida tierra... Millones! Pero me pasaría todo el día escribiendo y es mejor que el resto lo descubráis por vosotros mismos.
Os dejo con una poesía que he escrito sobre ella. Espero que os guste y que os animéis a visitar esta bonita ciudad que tanto tiene que ofrecer!
Feliz día a todos y que paséis una bonita noche...
Feliç nit de l'alba a tots els ilicitans, y que disfruteu molt de les festes... VIVA ELX!!
CIUDAD DE MISTERIOS
Paseé por sus calles vestidas de luz.
Me perdí en sus misterios,
en sus bosques de palmeras
y en sus playas eternas.
Contemplé la noche,
que se convertía en día,
entre luces de colores
y espíritus repletos de emociones.
Caminos de pólvora
me llevaron al corazón de la ciudad,
que yacía en medio del desierto,
sin nada que ocultar y mucho que admirar.
Oasis Mediterráneo,
de cielos claros que se fundían con el mar,
de altruistas y artistas,
de estrellas con olor a sal.
Sus manjares me conquistaron.
Sus paisajes me hipnotizaron.
Y fue su espíritu milenario y eterno,
lo que me terminó de enamorar.

