Hay veces que me sigo sorprendiendo de lo rápido que pasa el tiempo. Cada vez entiendo mejor eso que siempre escuchaba de pequeña decir a los mayores "cuando creces el tiempo pasa más rápido" porque exactamente, así es.
No puedo creer que estemos ya en noviembre y, por consiguiente, en la recta final de este año 2015. Noviembre siempre me sabe a momentos finales. Para mí lo mejor de este mes es que da paso a una de mis épocas favoritas: La Navidad. Es verdad que conforme van faltando seres queridos es un poco más triste, pero aun así mi espíritu navideño sigue latiendo como hace años...
Estas navidades van a ser diferentes y especiales como ningunas otras y es que parte de diciembre lo voy a pasar junto a mi pareja en la ciudad que nunca duerme pero donde los sueños se hacen realidad... Nueva York nos espera y en poco más de un mes estaremos dando tumbos por la gran manzana vestida de luz, color, ilusión y sueños. No veo el momento de que llegue... Y aunque dejar las vacaciones para final de año se ha hecho un poco pesado, sé que la espera habrá merecido la pena!! :))
Aun así, primero toca vivir y disfrutar este mes, que ha traído un halo otoñal a la ciudad que me encanta y me tiene enamorada. Con muchos planes por delante, excursiones, visitas de la familia, fiestas con amigos y muchas cosas más...
Entre ellas, que volveremos a vernos y a disfrutar juntos de la poesía. Porque el viernes 20 de noviembre estaré de nuevo en la sala Búho Real para llenaros a versos. Todo eso en la mejor compañía, porque Antilógica Poética volverá a estar sobre un escenario para hacer lo que más nos gusta: compartir lo que llevamos dentro con vosotros. Os iré dando más detalles a lo largo de estas semanas, pero ya sabéis que tenéis que marcar ese día en vuestro calendario, porque pasarán cosas muy bonitas y habrá muchas sorpresas!! ;))
Mientras tanto yo sigo escribiendo, leyendo y llenando mi vida de letras ya que gracias a ellas soy un poquito más feliz. Llevo publicando desde hace unos días en mi cuenta de Instragram fragmentos de una poesía. Hoy quería compartirla entera aquí con vosotros, mis queridos Nómadas. Me gusta escribir versos que formen historias, como yo le llamo, esta "prosa poética" que cuenta mucho en poco. Espero que la disfrutéis y acariciéis con mimo cada letra que os espera a continuación...
Como siempre, gracias infinitas por estar ahí cada día haciendo volar mis letras hasta vosotros. Cada vez somos más por aquí y no puedo estar más agradecida, esto empezó como el proyecto de un sueño y ver que el sueño supera la realidad me produce una felicidad inmensa. Solo me queda animaros para salir a pasear con los primeros fríos, empapándoos de cada detalle que hay en la calle y respirando cada momento.
Abrazar y besar mucho... Feliz semana y... Let´s dream!!
NOS DOLÍA
¿Te acuerdas de aquel hotel
que hicimos nuestro?
Pues cada vez que pas(e)o
por delante pienso en ti.
No me he atrevido a volver
pero se empeña en aparecer
delante mí una y otra vez.
Supongo que en todos
reside algo de cobardía...
Y como todo se pega,
tú dejaste parte de la tuya en mí.
Pero si te digo la verdad,
es que no me parece (po)ético
correr(me) otra vez entre esas paredes
donde se paraba el mundo
cuando nos llenábamos de besos.
Allí donde todo parecía posible
y donde podíamos pasar días
observando la ciudad...
O mas bien donde ella
nos observaba a nosotros.
Siempre pensé que nos cogió cariño
y desde que no nos ve (juntos)
ya no brilla igual.
La habitación olía a nosotros.
A cigarrillo consumido,
sexo y caricias.
Ya lo sé. Hasta que te conocí
yo tampoco sabia que las caricias
podían oler...
De la cama a la bañera,
de la bañera a tus brazos,
de tus brazos a mis piernas,
de mis piernas al suelo...
Y del suelo, del suelo al cielo.
Y así, hasta que
nos dormíamos desnudos
haciéndonos el dolor
mejor que nadie.
Porque sí, nos dolía.
Pero no nos importaba.
Callábamos la música
a golpe de latidos.
Pum. Pum. Pum.
Y el silencio, era nuestro ruido.
Por eso ahora,
las notas que nos acompañaron
durante meses y meses permanecen dormidas,
esperando que volvamos algún día
para tocarnos la BSO
más silenciosa del mundo...
Y ya no tiene sentido,
o quizá nunca lo tuvo y ahora es cuando lo tiene,
por eso todo me parece tan raro...
Porque tu sigues con tu vida
y yo sigo con mi (no) vida, sin ti.
Te busco en un cielo
que ya no es nuestro
y me he hago la promesa
de no dedicarte más poesías...
Pero aquí me veo,
sentada en el suelo del pasillo de un hotel
que ya no habla de nosotros,
escribiendo versos que
en el fondo son tristes y que,
irremediablemente,
empiece por donde empiece
siempre terminan hablando
sobre ti y sobre mí.
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