Por supuesto, me animé a ir enseguida, porque no solo haría un recorrido por la poesía de todos los tiempos, sino que podíamos ponernos en contacto con él para que recitara poesías nuestras.
Rápidamente le envié un mail a Emilio, del cual obtuve respuesta al momento. Encantador y amable, me dijo que, por supuesto, recitaría mis escritos.
Pasé el día deseando que llegasen las 8:30h de la tarde, ya que a esa hora tiene lugar el recital de poesía cada lunes de la semana. Y yo quería preguntaos, mis queridos Nómadas, ¿se os ocurre una mejor manera de empezar la semana? ¡Seguro que no! ;))
El genial Emilio, se come el escenario recitando. Nombrando, además, tanto a los grandes y conocidos poetas como Neruda, Becker, Benedetti, Quevedo, Shakespeare, Garcia Marquez, Víctor Hugo... Y descubriendo maravillosa poesías de Rafaela Rivera o Alfonsina Torre. Me encantó una frase de Rafaela "las razones no necesitan palabras..."
La velada fue perfecta, casi parecía que estábamos en casa rodeados de amigos en un ambiente íntimo y agradable, lo cual hizo que nos sintiéramos muy cómodos.
Desde aquí os animo a tod@s para que os acerquéis a la Sala Búho Real a disfrutar de todo lo bueno que tiene la poesía y de lo bien que Emilio Linder sabe escenificarla.
A Emilio también podéis verlo cada viernes en la sala Madrid DadA con la sorprendente obra de microteatro DEFECTUOSO, acompañado por la preciosa Violeta Ortega y dirigida y escrita por Javier San Román. La diversión con ellos está asegurada cada viernes a partir de las 9h de la noche.
Por mi parte, agradeced como siempre vuestro apoyo, confianza, felicitaciones y fidelidad cada día. Estoy viviendo algo muy bonito que no ha hecho más que empezar y sin vosotros al otro lado no sería posible...
Os dejo con una de las poesías que recitó Emilio la semana pasada. Espero que os guste y poder veros algún lunes por la Sala Búho Real, donde la poesía se siente y se palpa.
Feliz lunes y feliz semana a tod@s mis Nómadas... Let´s dream!!
ESTRELLAS EN LA MIRADA
Pusiste Orión a mis pies
Porque dijiste que, justo ahí,
nacían todas las estrellas...
Así empezó nuestro verano,
despacio, sin prisa.
Jugando a contar luciérnagas
navegando en la oscuridad.
Nuestro amor se reflejaba
en cada amanecer perezoso.
En esas siestas tardías
Y en las ondas que dibujamos en el arroyo...
Pedimos deseos fugaces
que se paseaban entre los árboles.
Refugiados entre hojas
para no ser atrapados.
Bailamos por senderos,
nos llevaron por caminos inmortales.
Contándonos historias
siempre vivas en el tiempo.
Pusiste Orión a mis pies,
fuiste mi cinturón
iluminando la noche.
Escribí poesía en tu mirada,
y dijiste que de la mía,
nacían las estrellas.
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