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miércoles, 11 de junio de 2014

Sombras de Primavera

Hay veces que días totalmente normales se convierten en días bonitos e inolvidables. 
Y hoy para mí, ha sido uno de esos días... Y por eso, quería compartirlo con vosotros, mis queridos Nómadas.

Durante el mes de mayo ArgGerust Editores organizó su II concurso de micro relato erótico-romántico. Como sabéis, ya que habéis podido leer en otros post, este género literario me gusta, así que decidí probar suerte!

Me gusta escribir relatos eróticos porque creo que es un género del que diciendo poco se puede sacar mucho. El juego de la insinuación seduciendo es mucho más sexy, sugerente y atrevido que enseñarlo todo de golpe. Y con mis relatos eróticos, es lo que yo intento.

Siempre me gusta contar las cosas de manera que vuestra imaginación pueda abarcar un amplio abanico de posibilidades para desarrollar vuestras fantasías. No sé si lo consigo, pero por lo menos si os gusta, yo me doy más que satisfecha! ;))

Bueno, pues participé con mi micro relato Sombras de Primavera y hoy me han dado la noticia que ha sido seleccionado para su Antología del relatos erótico-romántico, así que estoy muy, muy, muy feliz!! Desde aquí, quería agradecérselo, porque cada vez que alguno de mis relatos o poesías son seleccionados para formar parte de un libro, es la mejor noticia que puedo recibir! Gracia amigos de ArtGerust por ver algo especial en mi relato.  

Espero que os guste mis queridos Nómadas, gracias por estar ahí, ya que cada vez somos más surcando las noches... 

Dejad volar vuestra imaginación y vuestras fantasías... Cualquier momento es bueno para seducir y ser seducido... Así que dejad que la suave brisa os acompañe en esta bonita noche y... Let´s imagine! 




SOMBRAS DE PRIMAVERA

Me asomé a la ventana que daba al jardín interior. Un enorme sauce lo cubría todo. Entonces la vi allí… Entre sombras, como en un mundo aparte. Era uno de esos calurosos días de primavera, pero una suave brisa creaba un ambiente especial.


Seguro que su piel tenía la misma textura de aquel día. Las ramas del sauce se movían intentando rozarla, no me extrañaba nada. Dulce tortura, mirar sin poder alcanzar aquellas curvas.




Se divertía jugando entre las sombras, rozando las pequeñas hojas que se dejaban llevar por el viento para caer sobre ella, peleando por encontrar su cuerpo al final del camino y degustar la felicidad. Algunas dichosas descansaban tranquilas, oliendo su aroma. Otras desdichadas perecían a escasos metros y seguían llorando.


Mientras tanto, yo fantaseaba con ser hoja… con ser sombra… con ser brisa…

Y ahora ya entendía por qué lloraba cada tarde dibujando sus sombras, pues intentaba abrazarla… Y no podía.



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